El Espíritu Santo brilló como el sol de esa tarde en los corazones de los confirmados , sus familias y todos los allí reunidos.

 

Gracias por el Sacramento de la Confirmación

 

El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, administró este sábado el sacramento de la confirmación a 292 adolescentes y jóvenes de Zamora capital en el marco de una eucaristía celebrada a las 18 horas en el Auditorio Municipal 'Ruta de la Plata.

He estado acompañando a 15 jóvenes durante tres años para recibir el sacramento de la confirmación, y quiero compartiros mis gozosas experiencias.

Por tratarse del Año de la Fe, es la primera hornada que los jóvenes reciben  el sacramento a una edad tan joven entre 13 y 14 años. A alguno de ellos les había acompañado en el sacramento de la Comunión.  Varios padres me pidieron que siguiera  hasta la confirmación. Y la verdad tengo que decir que no han faltado momentos costosos. Todos los domingos teníamos catequesis a las 11 de la mañana y luego Eucaristía. La verdad es que es una edad difícil y el ambiente se ponía un poco serio. No es lo mismo  dar clases a diario a los alumnos que hacer disfrutar de leer o coger el gusto por Jesús. A lo largo del proceso, hemos estado tocando el Credo como aplicación a la vida. Me ha ayudado Juan, joven que con sus 17 años algo más cercano a ellos y que  le ha ayudado a tener un poco de paciencia con los chicos  y consigo mismo.

Hemos tenido algún día de convivencia al santuario del Cristo de Morales, partidos de fútbol,  visita a las clarisas, ver algún video, participar de las eucaristías. Ha sido un  tiempo de crecimiento  en edad y en conocimientos humanos y espirituales.

Y llegó el día el 25 de mayo día de la Confirmación. El lugar, por coincidir en el Año de la Fe y unirnos a las jornadas mundiales de la juventud, no fue un templo sino el Auditorio Ruta de la Plata .

Manos a la obra, nos reunimos con los padres de algunos de los jóvenes para informarles de los preparativos del acto, animándoles a que  acompañen a sus hijos, especialmente  por medio de una buena confesión.

Algunos padres manifiestan su malestar por  hacerlo en ese lugar y no en la parroquia correspondiente. .A pesar de todo, el párroco pide voluntarios para el acto y varios se ofrecen.  

 El jueves  nos damos cita en la iglesia  de Maria Auxiliadora para  recibir  el sacramento de la confesión. Después de una presentación por parte de uno de los vicarios. Al final se administra el sacramento por parte de varios los sacerdotes presentes y Jesús llega se por medio del perdón y su misericordia. Al final reina en todos alegría y paz.La siguiente cita será para el ensayo de la ceremonia.

Por fin, llegó el gran día grande, el sábado a las seis de la tarde. Un día de sol, con una suave brisa. ¡Al menos no nos mojamos! Cada confirmando acompañado por su padrino iba ocupando su puesto. En las gradas, los familiares. Comienza la liturgia y en la homilía, D. Gregorio se confidencia: "¿Porque hacemos esto hoy aquí? Los lugares los hacemos nosotros santos. Formar la asamblea de Dios. Es el año de la fe. Lo debemos manifestar como creyentes. Doscientos noventa y dos zamoranos se confirman esta tarde en la misma celebración. Las parroquias son propiedad de la Iglesia. El Obispo os pide si a Cristo. No sintáis vergüenza de manifestaros como cristianos. Podéis ser todo lo modernos que queráis, pero seguid a Cristo, firmes y fieles a El. Padres ver la obligación que tenéis de empujar a que sigan siendo  cristianos responsables. No dejarles de la mano aunque se sientan libres. Sacerdotes, educadotes, catequistas. El Sacramento de la Confirmación los pone a  vuestros pies debéis acompañarlos para que sigan siendo cristianos".

Viene el momento cumbre, la recepción del sacramento que administran el Sr. obispo y sus cinco vicarios. Efusión del Espíritu Santo que  Cristo derramó: Tenemos miedo  a que Dios nos lleve por caminos nuevos. Dios nos trae siempre novedad. Dios nos ama y siempre quiere nuestro bien

Concluye el evento con la bendición y la imposición de la cruz a cada nuevo "soldado de Cristo"

Al final, el Sr. Obispo se hace  fotos con los distintos grupos. Nos felicitamos todos. Los son los primeros en manifestar su alegría.

 

¡Bravo por los hijos y la hijas de Zamora! ¡Bendito sea Dios por todo ello! Jóvenes ahora os toca a vosotros responder y continuar el camino. Porque Cristo no quita nada y da muchas fuerzas. Cuanto más cristiano más humano.  Cristo no merece la pena, merece la vida.

 

Juan Luís Benito Rodríguez

 

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