PUNTOS 23 DE ENERO 2014- FESTIVIDAD DE SAN ALFONSO

Nos ponemos en presencia del Señor y pedimos la ayuda del Santo que celebramos.

Natural de Toledo nació el 667.

Lucía su madre le pidió a la Virgen tener un hijo y se lo
consagraría a ella. El Señor la escuchó y le concedió, poco después
ese niño a quien le pusieron el nombre de Ildefonso, que fue todo un
presagio ya que significa: dichoso, feliz, todo eso seria Ildefonso y
haría a los suyos. Su tío Eugenio Obispo de Toledo lo envía a estudiar
a Sevilla y poderse formar. Después de 12 años de estudio bien
aprovechados, volvió a Toledo. Su padre quería que tomase parte en la
ciudad como hombre influyente y formara una familia. Ildefonso le
dijo que Dios tenía otros planes sobre el. Un día huyo de la ciudad y
se dirigió a Agali donde ingreso en un Monasterio como monje. Pronto
lo nombraron Abad. En este cargo obro maravillas. Les cuesta a los
monjes despedirle. Se habían visto gobernados por un padre y maestro.
Pierden a un amigo y confidente intimo.Habían delibado de él muchos
años néctar delicioso de santidad y sabiduría.

En el 657 muere su tío Eugenio II. Las miradas se fijan en el
sobrino. Ciencia, virtud.

El Espíritu Santo suscita hombres en todas épocas que tienen la misión
de abrir camino para hacerlo andadero a los que vengan detrás.
Pretende escalar la cumbre de la unión mística con Dios. Quiere que
todos bautizados desarrollen el germen de vida sembrado en ellos por
el sacramento de la iniciación cristiana.

Al explicar la confirmación, les recuerda que el bautizado es también
sacerdote, "linaje escogido, sacerdocio real2 (1 Pe 2,9): Ungido
"después del bautismo con agua del crisma y la infusión del Espíritu
Santo por la imposición de la manos" se convierte en militante de la
fe.

Quiere que cada bautizado viva las palabras de San Juan: Tenemos en
nosotros la vida Eterna (1 Jn 5,11.13) El camino descubre al cristiano
la senda que conduce a la soledad interior, pórtico de al vida mística
a la llama Dios a todo bautizado.

La tradición refiere, concluida su obra, recibe como galardón una
casulla que le trae la Virgen e inmortaliza el pincel de Murillo. El
23 de enero del 667 marchaba a contemplar al Virgen al cielo.

Es enterrado en Toledo. En los primeros años de la invasión aganea
sobre el 714 lo trasladan a Zamora por temor a la alcoránica fuerza de
los sarracenos. Durante casi 600 años se pierde su memoria del lugar
en que lo entierran. Un pastor hacia 1260, lo descubre en tiempos de
Alfonso X el Sabio. En 25 de mayo de 1946 lo depositan en el camarín
del altar mayor de la Iglesia en Zamora que lleva su nombre.



Todos los que sufrían de algo querían tocar a Cristo. ¿Quién esta
libre de sufrimiento?

La lectura puede recordarnos, lo que hicieron con el cuerpo de
San Ildefonso los antepasados por mantenerlo y conservarlo.

El Salmo nos dice en Dios confío y no temo.

En Dios pongo mi esperanza y confío en su palabra.



El Papa Francisco nos dice en la Alegría del evangelio.

El verdadero cristiano, que nunca deja de ser discípulo, sabe que
Jesús camina con él, habla con el, respira con él, trabaja con él. Un
cristiano que no esta convencido, entusiasmado, seguro, enamorado, no
convence a nadie. Unidos a Jesús, buscamos lo que El busca, amamos lo
que El ama. En definitiva, lo que buscamos es la gloria del Padre,
vivimos y actuamos "para alabanza de la gloria de su gracia" (Ef.
1,5)



Como los apóstoles, al cristiano le conviene retirarse con Jesús. ¿Con
quien voy a estar mejor?

Me pasa a mí como a Jesús. ¿Conoce la gente que soy católico? Hablo
con claridad de Jesús. ¿Cómo me cura a mi Jesús? Le trato con alegría.
Con sencillez.

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