SOBRE EL SITEMA EDUCATIVO

 

He leído durante esto días un rato los capítulos   6-7 de Por la Huellas de la Pedagogía Tomás Morales. Un idealista con los pies en la Tierra.

A medida que uno va teniendo experiencia de educador o esta en contacto con los jóvenes en las clases y  el ambiente juvenil. Parece que en el mundo actual. Cuanto nos cuesta  educar .El P. Morales dice.

 Todo educador debe  enseñar  a pensar con profundidad, orden , nitidez, es el primer objetivo del educador en la familia, en la escuela o en la sociedad. Enseñar a pensar es no limitarse a transmitir conocimientos. Es estimular al alumno a descubrir la verdad por si mismo, encauzándole para que no despiste. Es obligarle al esfuerzo para que experimente  la alegría intima de encontrar la verdad. Si el educador se limita a proporcionar conocimientos, atrofia el talento del discípulo; pero si le enseña a reflexionar hasta encontrarse con la verdad lo desarrollará al máximo.

 

El mayor bien que hacemos a los demás no es comunicarles nuestra riquezas sino descubrirles las suyas.

Hoy he podido comprobar esto en dos experiencias con jóvenes.

Uno termina sus estudios con buenas notas. Le animo a que participe en un concurso relacionado con su profesión. Esto supone para el un esfuerzo. No esta muy convencido. Pero le  doy razones y va dándose cuenta que esto es bueno para su vida futura.  Que puede hacerle mucho bien  para el futuro.

 

Otro joven al que animado que me ayude a dar catequesis a un grupo de jóvenes de 12 años.  Habíamos quedado para cantar un villancico  en la parroquia. Solo se ha presentado uno y al final lo hemos cantado porque me parecía que podía ayudar a otros niños que allí había. Este estaba un poco desanimado por al respuesta. Al final le dije mira  el mayor fruto de este curso es que tu y yo crezcamos en amor a Jesús y eso revierta en bien de estos jóvenes. Este joven al ver lo que cuesta a que asistan   a las reuniones  le ayuda a comprometerse más. También le animaba a que tratara de  ser responsable en su estudio. Pues me había dicho su madre que esta Navidad no le dejaría hacer deporte porque había suspendido una asignatura. Le anime  a que le demostrara  a su madre estos días de vacaciones que puede hacer las dos cosas. Que aprenda a ser responsable.

 

Al leer  estos capítulos se agiganta la figura del P. Morales. Ve uno que los santos son esas personas  que van dejando huella en la vida. Como el seguimiento de los apóstoles. Tú ven y  sígueme.

 

El bien que nos hacia. Pero iba  con su ejemplo por delante. Su fuego era la oración. Cuando llegábamos en Porma y lo veíamos  arrodillado con su edad .

Uno veía que las ideas convencen los ejemplos arrastran.  Amar exigiendo y exigiendo amando

Todos en pos de Jesús olvidados de si para que Dios hiciera la obra.

Si hay una   exigencia pedagógica de la interioridad en el P. Morales, no menos exigente e importante es la pedagogía de la acción. Al fin y  al cabo, la sustancia del instituto secular que crece a su sombra espiritual es esa "consagración y secularizada" ocultamiento y presencia enérgica para ser fermento

El Padre Morales ejercía a esta educación  a través de actividades formativas. La gente facilitada por los laicos para su formación

 Que felicidad sentía uno cuando invitabas  a Ejercicios y  en esos días cuanto bien hacia  Cristo a ese joven a través de las personas que atendía esa actividad.

Ese fuego y seguimiento para acercarles a Dios

La raíz más profunda  de la crisis que atraviesa el mundo, de la inseguridad que nos amenaza en todo momento y nos asedia por todas las partes, hay que buscarla en esa deserción de los bautizados que en medio del mundo, dejan de ser fermento para ser masa amorfa.

 

Cuanto cuesta esto que las ideas no se comprenden hasta que no sirven en todo los campos

El Padre Morales animaba  al Joven a que fuera reflexivo en los ambientes donde se encontraba. Dio una gran importancia  al estudio. También es verdad que lo quería todo. Que fuéramos  ejemplares en el cumplimiento del deber y la mismo tiempo  hiciéramos apostolado. Eso es una santidad a los ojos de Dios. Pero todos no llegamos a tanto y a veces  teníamos  que hablar  con el y luego nos  venia la paz.

Porque Dios quiere la paz aunque no nos deje en paz.

Las buenas escuelas son fruto no tanto de las buenas legislaciones cuanto de los buenos maestros

 

 

Juan Luís Benito Zamora 23 de diciembre del 2011

 

 

 

 

About